martes, 22 de noviembre de 2011

Impresionistas

El Impresionismo designa un movimiento pictórico compuesto por una serie de artistas, que se asociaron en algunos momentos determinados al coincidir algunos de sus planteamientos estéticos, pero que no constituyeron una escuela propiamente dicha, ya que esta asociación fue intermitente, conservando siempre cada artista su fuerte carácter individual. De todos modos hay una serie de principios que son comunes a todos ellos.
CARACTERISTICA
Las características del movimiento son, en primer lugar, el gusto por el paisaje. Éste procede directamente de los paisajistas franceses Corot y la Escuela de Barbizon, ya que parece que aunque las preocupaciones de los impresionistas se relacionan directamente con las de Constable y Turner, no se ha demostrado la relación directa entre ellos. La práctica generalizada del paisaje de los impresionistas dio lugar a importantes consecuencias, como la implantación definitiva de la pintura a “plein air”, al aire libre, y la fijación del interés en los aspectos más efímeros y fugaces de la naturaleza, el mar, el cielo, las nubes, el sol, etc. Otra de ellas fue la ejecución de series, en un intento por captar lo fugaz, los destellos de la luz y del color, como auténticos protagonistas del cuadro y además el desdén por los sistemas académicos de composición, predominando en ellas la asimetría. La proyección hacia los lugares abiertos les permite además, trabajar con la luz natural y con los colores puros, sin mezclar.
La segunda característica reseñable del Impresionismo es el realismo, la captación de trozos de vida, el intento de aprehender el mundo visible tal como se ve, es decir en su fugacidad (lo cual lo entronca con la fotografía).
La tercera es la técnica empleada. Así en cuanto al color conocen las teorías de la descomposición de la luz al pasar por un espacio prismático. Se apasionan con los descubrimientos de Rood y Chevreuil que dan la razón de manera científica a los postulados de Dealcroix acerca de los colores primarios y complementarios. Los colores primarios asociados entre sí de dos en dos dan como resultado el complementario del tercero, pero lo que van a hacer los maestros impresionistas es que en vez de que los colores se fundan en la paleta y en el pincel, colocan los primarios próximos entre sí, para que sea el ojo del espectador el que los confunda y se cree en su retina el complementario. Además según la ley de los contrastes simultáneos de Chevreuil, los colores difunden una orla del complementario (así el blanco opuesto al rojo, parece reverdecer), lo que permite crear contrastes cromáticos. Así, si en la pintura tradicional los colores se mezclaban de forma indiscriminada en la paleta, los impresionistas pintaban con colores puros, y los mezclaron directamente en el cuadro, mediante una sutil técnica de juego de colores primarios y complementarios, para que sea el ojo del espectador el que genere el color resultante. Es una de las esencias de la pintura impresionista, dando como resultado una paleta de colores clara, muy luminosa, imprescindible para pintar al aire libre. Las sombras dejan de ser oscuras y se reducen a espacios coloreados con los colores complementarios (luces amarillas/sombras violetas), desapareciendo los contrastes del claroscuro. Con esta manera de concebirlas, no usan el negro para las mismas, ya que éstas en la realidad nunca lo son.

El Impresionismo es un movimiento pictórico que surge en Francia a finales del S. XIX en contra de las fórmulas artísticas impuestas por la Academia Francesa de Bellas Artes, que fijaba los modelos a seguir y patrocinaba las exposiciones oficiales en el Salón parisino.
El objetivo de los impresionistas era conseguir una representación del mundo espontánea y directa.
El Impresionismo parten del análisis de la realidad. Hasta ahora la pintura reproducía un escenario en el que ocurría un acontecimiento que conformaba el mensaje para el espectador. Ahora, se quiere que la obra reproduzca la percepción visual del autor en un momento determinado, la luz y el color real que emana de la naturaleza en el instante en el que el artista lo contempla. Se centrarán en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos y no en la representación exacta de sus formas ya que la luz tiende a difuminar los contornos. Ven colores que conforman cosas, y esto es lo que plasman, formas compuestas por colores que varían en función de las condiciones atmosféricas y de la intensidad de la luz. Todo esto hace que elaboren una serie de un mismo objeto en diferentes circunstancias atmosféricas y temporales, no les importa el objeto, sino las variaciones cromáticas que sufre éste a lo largo del día.
Los impresionistas eliminaron los detalles minuciosos y tan sólo sugirieron las formas, empleando para ello los colores primarios (azul, rojo y amarillo) y los complementarios (naranja, verde y violeta). Consiguieron ofrecer una ilusión de la realidad aplicando directamente sobre el lienzo pinceladas de color cortas y yuxtapuestas.

Autores mas reconocidos
Los nombres de Manet, Monet, Renoir, Sisley o Cézanne están ligados a uno de los momentos del máximo esplendor de la pintura: el impresionismo. Su pincelada ligera, sus colores y sus temas lo han convertido en la corriente artística más popular de la historia del arte. Movimiento genuinamente francés, su residencia habitual es el parisiense Museo de Orsay, una de las pinacotecas que, año tras año, más visitantes recibe en todo el mundo. 
 
Claude Monet, de Pierre Auguste Renoir. 1875. Óleo sobre tela (85 x 60,5 cm). 

Eduard Manet (1832-1883)
Se sitúa a caballo entre el realismo y el Impresionismo. Muchos han clasificado su estilo como naturalista porque se basa en la observación de la realidad y su plasmación sin alteración alguna. Representa la vida tal cual, sin adorno ni metáfora. Por ello sus obras suscitan escándalos y polémicas como en su Desayuno sobre la hierba que provocó la hostilidad de los críticos conservadores. El tema ya contaba con antecedentes en el Renacimiento, pero Manet lo interpreta adecuándolo a la modernidad.
Olympia de Manet: precursos del Impresionismo
Lo mismo sucede con Olimpia, para su desnudo no necesitó diosas ni musas como en el Renacimiento y en el Barroco, sino que representaba el desnudo de una prostituta, una mujer de la vida contemporánea. Para captar la realidad y la fugacidad utilizó la pincelada rápida y empastada, rasgo que identificará al Impresionismo. Por ello podría decirse que Manet fue su precursor.



Monet (1840-1926)
Es uno de los pintores que más contribuye al movimiento. Nunca derivó hacia otras corrientes artísticas, sino que se mantuvo fiel al Impresionismo hasta su muerte.
Paseo con sombrilla de Monte. Impresionismo
Su máxima preocupación es plasmar la vibración cromático-lumínica en sus lienzos. La luz engendra el color y la forma. Sus temas preferidos son las marinas, las escenas fluviales y los paisajes. Ejemplos: Impresión atardecer, Regatas en Argentuil, Las amapolas, Paseo con sombrilla, La estación de San Lázaro, La Catedral de Rouen.
Degas (1834-1917)
Es un impresionista más de la forma que del color. Es un hábil dibujante, le preocupó captar el movimiento con fidelidad, de ahí que desarrollara temas como las bailarinas y las carreras de caballos.
Es un gran observador de la mujer, capta las posturas más insólitas, las poses naturales e instantáneas. Algunas de sus obras son: Clase de danza, La bebedora de ajenjo, Bailarina en la escena, Planchadores, Carreras. Cultivó el dibujo en detrimento del color, por lo que no armonizó bien con el Impresionismo, y tampoco con las tendencias conservadoras por sus temas contemporáneos.


Renoir (1841-1919)
Ofrece una interpretación más sensual del Impresionismo. Se pone en relación con los pintores del S. XVIII que mostraban la sociedad galante del Rococó.
En sus creaciones muestra la alegría de vivir, incluso cuando los protagonistas son trabajadores. Siempre son personajes que se divierten, en una naturaleza agradable. Trató temas de flores, escenas dulces de niños y mujeres y sobre todo el desnudo femenino, que recuerda a Rubens por las formas gruesas.
Renoir posee una vibrante y luminosa paleta que hace de él un impresionista muy especial. El palco, El columpio, El Moulin de la Galette, Le dèjeuner des canotiers, Bañistas, son sus obras más representativas.
Renoir: genio del impresionismo

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